Los sensores de aparcamiento son detectores de movimiento para los coches más próximos a la hora de aparcar. Están creados para alertar al conductor de obstáculos mientras maniobra en el estacionamiento.
Aparcar puede ser muy sencillo si contamos con un sensor de aparcamiento. En la actualidad la mayoría de los coches nuevos lo traen incorporado, en caso de que tu coche no lo lleve, puedes montarlo tu mismo. Un sensor de aparcamiento consta de los siguientes elementos: alimentación, sensores, cableado e indicadores (que pueden ser sonoros, visuales y de distancia).
Existen varios tipos de sensores de aparcamiento, entre los que vamos a destacar los siguientes:
–Sistemas electromagnéticos. Usan una tira metálica que se deja instalada en los parachoques. Calcula la distancia con objetos por medio de la alteración de un campo electromagnético. Es un modelo costoso, pero la diferencia es que no es necesario taladrar el area de instalacion.
–Sistemas por ultrasonidos. Se calculan distancias gracias al eco cuando se emiten ondas, suele tener un tamaño muy pequeño y se coloca cerca de los faros.
–Monitores para puntos ciegos. Es un sistema de cámaras que se colocan para que hagan la función de los retrovisores. Tiene un control más completo de la vistas en la parte trasera y en ciertos ángulos muertos.
–Aparcamiento automático. En este tipo de aparcamiento no es necesario que el piloto realice ningún movimiento, el coche tendrá su propio sistema con capacidad para realizar el aparcamiento por medio de sensores de distancias que mide los huecos entre tú y los demás coches o paredes.
Recuerda que un buen cuidado del vehículo siempre es positivo tanto estéticamente como para su mantenimiento. Si en un futuro quieres obtener dinero por tu coche, desde FinancarExpress te daremos la máxima tasación si el coche está en óptimas condiciones.